Existen infinidad de accesorios para llevar tu cámara refléx a todas partes. Pero en esta ocasión, quiero hacer hincapié en las diferentes forma de cargarla solo con la correa que incluye, sin accesorios y sin gastar más. Hay básicamente 3 maneras de llevar la cámara solo con la correa. Colgada al cuello, de lado y enrollada en la mano.
Llevarla colgada al cuello, lo tradicional.
Llevarla colgada al cuello de manera tradicional te deja un buen espacio de reacción para hacer la foto al instante, cuando ocurre ese
chispazo genial y lo tienes que capturar al momento. Pero tiene un par de desventajas, es incomodo llevarla así por varias horas, además de que con cada paso la sentirás rebotar contra tu estomago.
Se puede hacer un nudo doble para acortar la longitud de la correa y evitar que golpee tu estomago.
Colocarse la cámara como si fuera una mochila de mensajero.
Colocarse la cámara como si fuera una mochila de mensajero es más cómodo, puedes hacer expediciones de largas horas sin sentir el peso sobre tu cuello. Aunque tiene un tiempo de reacción ligeramente más lento que llevarla al cuello, sin contar que al tenerla colgada al costado puede resultar en roces con objetos o paredes en tu preciada lente.
No lo recomiendo para
Objetivos largos.
Enrollada y siempre a la mano.
Muchos prefieren esta última, se trata de enrollarse la correa a la muñeca y nunca soltar la cámara con esa mano. Obviamente tiene sus desventajas, mucho tiempo con tremenda cámara en mano resultará en entumecimientos y dolores en la zona, eso sí, la ventaja de tener la cámara tan a la mano(literalmente) te permite disparar y bajar la cámara en un instante.
Lo que yo hago es enrollarme la correa a la muñeca, pero un extremo lo tengo desatado de la cámara, a ese extremo le coloqué un anillo y así me lo pongo en el meñique.
Por último, nunca te enrolles la correa directamente en la mano y entre los dedos, esto resultará en movimientos torpes y otros dolores. Siempre enrollatela solo en la muñeca.